Las ocurrencias de la "prole"

 Bloquean entrada a Televisa, integrantes de yosoy132

Varios miles de estudiantes y otros allegados al movimiento, bloquearon las instalaciones de Televisa, a la que acusan de contubernio con el PRI, para hacer llegar a la presidencia de la República a Enrique Peña Nieto.

No es que estén equivocados. Bastante razón tienen. En los años ´50, el segundo Azcárraga en llegar al mando de la empresa citó: "Yo soy un soldado más del presidente", con lo cual más claro no podía ser el vínculo que tal institución tiene desde hace décadas con el poder.

Televisa es una empresa nefasta, que daña al país culturalmente de una forma muy seria. Se ha especializado en ofrecer "basura"; en ofrecer retazos de todo, desde realidad social hasta arte. Televisa ha manoseado a las figuras deportivas, culturales, públicas, de opinión, artísticas; las ha desvirtuado y corrompido, provocando que estas figuras, que de haber seguido su rumbo como iban hubieran sido más potenciales, se conviertan en productos de mercado perfectamente destinados a satisfacer ese segmento de pueblo pensante que marginalmente pide algo para el cerebro.

La empresa desde hace años que interviene en esta manipulación, y su mercado se subdivide para "satisfacer" a todas las clases de "prole" posibles: amas de casa, jóvenes, nacos, fresas, raperos, seguidores "nigga" en general, deportistas, intelectuales. Y a todos les ofrece retazos; basura; desperdicios.

Pero hay un segmento de la sociedad que ya no está controlando. Y son cada vez más jóvenes como los que hoy bloquearon el ingreso a ella. Cada vez son más estas personas que se están dando cuenta de la basura ideológica y cultural que es la televisora, las que están llevando a otro nivel la confrontación.

La TV mexicana es una TV atrasada y pobre de recursos inteligentes y creativos. Televisa no produce nada inteligente ni de calidad. Si subsiste es porque el país sigue siendo mayoritariamente ignorante y mediocre; Televisa no tendría ningún futuro así como se desenvuelve, en países como EE.UU., Alemania, Italia o Gran Bretaña, países que por más que igual produzcan "desperdicios" en sus televisoras, no se compara a lo que produce Televisa. Estos paises tienen mayores niveles de calidad, y existe una preocupación seria por el significado cultural de su uso. Además, no existe un duopolio como en la práctica padece México.

México no está ni siquiera al nivel de otros países como Argentina y Brasil en temática y profundidad cultural, humorística, social o de indole sensible con el arte y la cultura. Inclusive sus unitarios son mucho más "progres" y diversificados. Televisa, en cambio, ofrece refritos mal hechos, acartonamiento, vacío, insensiblidad.

Por años fue la culpable que el rock y otros modelos artísticos no ingresaran al país. Penosamente, mientras que en Reino Unido, EE.UU. y muchos otros países de Latinoamérica se permitió el conocimiento de grupos avazados, como Ledd Zeppelin, Rush, The Who o Credence Clearwater Revival, aqui escuchamos las desfinadas canciones de Enrique Guzmán; las insulsas cantadas de Angélica María o las conservadoras y aburridas rolitas de César Costa. Y luego se preguntan por qué somos tan atrasados en las variantes modernas de música. Elvis Presley, alguien que era incluso inocuo si eras medianamente pensante, no pudo entrar a México porque Televisa decidió que era dañino para la moral y las buenas costumbres. Una empresa que ha hecho telenovelas donde la protagonista femenina tiene 15 años, y el masculino más de 30. Qué veracidad hay en sus actos.

No es raro que haya tantas personas hartas de ella. No es raro. Pero el movimiento y las protestas siempre fracasarán por una sencilla razón: el consumidor que sigue pagando para comer "basura", el que sigue alimentando las fauces y las barrigas de todos en esa empresa, el que sigue votando por el PRI y el que sigue aplaudiendo lo que dice como si fuera verdad divina, es aún la mayoría. Porque, indignante sí, pero verdad: la mayor parte del pueblo mexicano es ignorante y menos que mediocre. Un pueblo cuyo media poblacional no lee ni un libro al año, no da mucha pauta a pensar otra cosa. No es raro que vayan a tener un presidente que les cayó como horma: las aguas toman siempre su nivel. Y el de los iletrados no es ningún camino misterioso.