Una política que no ha funcionado, y no aprenden
Los congelamientos de precios nunca han resultado. Porque se realizan por razones políticas, no económicas. Los políticos quieren que todo se resuelva políticamente. Y eso no es posible para temas como este, de salarios, inflación, producción, costos... Es simplemente ridículo.
Los congelamientos de precios nunca han resultado. Porque se realizan por razones políticas, no económicas. Los políticos quieren que todo se resuelva políticamente. Y eso no es posible para temas como este, de salarios, inflación, producción, costos... Es simplemente ridículo.
Tanto México como Argentina tienen una larga y penosa tradición de este tipo, básicamente después de los años 70´. Y en todas y cada una de ellas fracasó. Los precios no son un asunto de necedades políticas ni tampoco un fenómeno que se arregle desde el escritorio. Si esta clase de prácticas se sigue llevando adelante, es porque quienes toman las decisiones no piensan económicamente. En el caso de Argentina, con este nuevo intento, la razón es porque el Estado quiere llegar a las reuniones sindicales con la situación "lo mejor posible". Y en una nación con una inflación real de más del 25% anual, ya podemos suponer en qué consiste este "maquillaje" a la economía.
Sin embargo, en término económicos, los precios tienen comportamiento que una vez que se vician o corrompen adquieren incluso vida propia, y se automatizan, de una manera tan rápida ciertas veces que la decisión de congelarlos lo único que ocasiona es especulación, pérdida de productos, evasión, e incremento de nuevos precios, básicamente relativos. Y ahí reside el verdadero problema.
Cuando los políticos son los que toman las decisiones, bajo la premisa del costo político, los asuntos comienzan a presentar síntomas negativos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario