viernes, 23 de marzo de 2012

La hipocresía legitimada... Como México no hay dos . Y qué bueno...

Cuando no puedes decir nada, ya hay algo malo. Pero cuando lo que dices está bien, y aún así se niega que lo digas, es peor.

La candidata del Partido Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota, hace unos días fue "descubierta" expresando en su tesis de licenciatura, de hace 20 años, imagínense, que la UNAM, la universidad más importante de México, ya no se dedica a lo que tiene qué dedicarse, que es a educar alumnos para su futuro profesional sino a darle cabida a cualquiera que va a todo menos a estudiar.

La señora estableció que la universidad mencionada se convirtió en un "monstruo" escolar, al tener en sus aulas a cientos de miles de alumnos, muchos de los cuales, da a entender la candidata, van sólo a actuarla de alumnos.

Lo peor es que hasta aquí vamos bien. Nada de lo que ha dicho la mujer es equivocado. Los alumnos que egresan de la UNAM son profesionistas deficientes, "armamitotes", desprolijos para pensar y,  encima, ideológicamente convencidos de que los modelos de izquierda, con sus "inflacionismo" legitimadores son lo very cute. Encima, decimos, porque viven el presente segmentados mentalmente; y basta hablar con ellos brevemente para darse cuenta de que la apocalipsis de muertos vivientes ya sucedió y sucedió en la UNAM.

Bien, el caso es que los finísimos analistas políticos y todos sus agregados culturales que no saben ni "escrebir" bien, ya agarraron a Vázquez Mota de piñata; bueno, en su caso "piñatita", y están dando y dando y dando inmersos en la indignación. ¿Cuál es la indignación? ¿Decir la verdad?

Eso es el México que se vive ahora; Vázquez Mota es un ejemplo de que se vive un país de "lloroncitos", de "sensiblitos", de tarados hipócritas a conveniencia; un país donde se ha debilitado la verdad en nombre de la Democracia, haciendo pasar por demócrata impedir que las cosas que son, se digan, y cuando se dicen menospreciarlas como si fueran obra de mentes enfermas.

La hipocresía como forma de camino para la conducta social, es la que ha hecho de nuestros países latinoamericanos una versión fashion de la república de la banana. Salir a la calle a negar una verdad es igual a salir a la calle a defender los Derechos Humanos de los delincuentes que torturan, secuestran (bueno, al revés; primero secuestran y luego torturan; obvio), y si no resultó el "negocio", matan a las víctimas, y pedir su libertad porque "se cometieron errores" para meterlos a la cárcel. ¿Qué clase de país débil se está creando? Las cosas se deben afrontar como son... Manipular sólo legitima a los sinvergüenzas. ¿Qué clase de justicia se trata de hacer si se manipula la justicia? La razón se debe imponer al error.